viernes, 2 de octubre de 2020

Interpretación bíblica - Relatos del Antiguo Testamento

 

Relatos del Antiguo Testamento

1. Dios es el personaje principal
2. No indican si es correcta o incorrecta la actitud de los personajes, simplemente narran lo ocurrido
3. Nos dicen que en medio de imperfecciones podemos mejorar y agradar a Dios
4. No incluyen toda la información detallada, solamente algunos aspectos de la historia
5. No son doctrina (no son para hacer teología de cada detalle que se incluye)
6. No necesariamente son aplicables a nosotros

El 75 % de la Biblia es material narrativo; antes de la venida del Señor Jesús, el Espíritu Santo inspiró al pueblo Israel para que contara tan especial historia (promesas de Dios, llamamiento a Israel, etc.). Historia de Dios, la que se convierte en historia de un pueblo cuando Él incluye a ese pueblo, la que se convierte en nuestra cuando Él nos incluye.

Todo relato incluye personajes, trama y solución de la trama. Con "personajes" nos referimos a protagonista, antagonista y agonistas; en la historia bíblica Dios es el protagonista, Satanás es el antagonista, el pueblo de Dios es el agonista.

La "trama" es que Dios ha elegido un pueblo como mayordomo sobre la tierra, pero un enemigo persuade a este pueblo a convertirse en rebelde y desobediente. La "solución de la trama" es cómo Dios rescató a Su pueblo de las garras del enemigo, para restaurarlo y llevarlo a un cielo nuevo y tierra nueva.

Hay cientos de relatos que conforman esta trama. Si leemos acerca de Abrahán, o cualquier otro personaje, necesitamos mantener el enfoque central; no se buscan súper héroes en Moisés o en Elías, es Dios nuestro único héroe. Si Josué conquistó 35 reinos no es lo más importante, lo relevante es que todos esos acontecimientos forman parte del desarrollo de la historia de Dios.

Los relatos del A.T. no son símbolos ocultos que debamos descubrir. Estaba platicando con una persona referente a la importancia de acercarnos a Dios de la manera que Él ha establecido, y de pronto esta persona me dijo: "si usted me explica qué simbolizaba el bastón que Moisés tenía en su mano, tendrá toda mi atención". A veces las personas leen la Biblia por curiosidad, queriendo encontrar cosas místicas donde no hay.

Por lo general, los relatos del A.T. describen que algunos obedecieron y otros desobedecieron a Dios, trayendo consecuencias ambas actitudes. Entendiendo que el Antiguo Testamento no incluye leyes para nosotros, ¿cuál es su importancia?

1 Co 10:1-12

No quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros antepasados estuvieron todos bajo la nube y que todos atravesaron el mar, de modo que todos quedaron vinculados a Moisés al ser bautizados en la nube y en el mar. Además todos comieron el mismo alimento espiritual y bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que les seguía; y la roca era Cristo. Pero la mayoría de ellos no fue del agrado de Dios, pues sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto. Estas cosas sucedieron para que nos sirvieran de ejemplo y no codiciemos lo malo, como ellos hicieron. No os hagáis idólatras, como algunos de ellos, conforme dice la Escritura: Sentose el pueblo a comer y a beber y se levantó a divertirse. Tampoco forniquemos, como algunos de ellos, pues su conducta hizo que cayeran muertos veintitrés mil en un solo día. Ni tentemos al Señor, como algunos de ellos, por lo que perecieron víctimas de las serpientes. Ni murmuréis, como algunos de ellos, que perecieron bajo el exterminador. Todo esto les acontecía en figura, y fue escrito para aviso de los que hemos llegado a la plenitud de los tiempos. Así pues, el que crea estar en pie, mire no caiga.

Podemos notar, en los relatos del A.T. que el narrador, aunque parece conocer todos los detalles, no comenta ni hace evaluaciones mientras se desarrollan los relatos. Lo importante es que usted y yo conozcamos lo ocurrido y entendamos por nosotros mismos el significado del acontecimiento tácito en la historia de Dios, a menos que en la misma historia se anuncie, como el caso de José y sus hermanos (Gn 50:20 Aunque vosotros pensasteis hacerme daño, Dios lo pensó para bien, para hacer sobrevivir, como hoy ocurre, a un pueblo numeroso).

No podemos suponer que toda narración bíblica sea aplicable directamente a mí. Que José haya almacenado granos en enormes cantidades no significa que debo ir a buscar al presidente de la nación para advertirle que vendrá sequía y el país necesita prepararse. En la Biblia encontramos todo lo que el ser humano necesita para acercarse a Dios y buscar Su voluntad, pero esto no significa que cada relato es un mensaje directo para mí.

En la Biblia encontramos alegorías, pero no en las narraciones históricas.

No podemos omitir el contexto histórico, si lo ignoramos podemos hacer que la Biblia diga algo que no está diciendo. No podemos seleccionar palabras o frases y aislarlas de su contexto.

Si olvidamos el tema central de los relatos bíblicos encontraremos "lecciones fantasiosas" casi en cualquier relato. Ej: "La historia de la burra de Balaam me recuerda que hablo demasiado." ¿Imagina cuántos disparates encontraríamos?

Ningún relato bíblico fue escrito para orientarle cómo resolver el problema que tiene con el banco, ni para ayudarle a decidir si debe o no dejar a su hijo pequeño con la vecina mientras va a trabajar.

Los relatos históricos no son lecciones de ética. El relato de que Salomón tuvo mil mujeres no significa que usted tiene la oportunidad de hacer lo mismo. Lo que usted y yo debemos hacer es obedecer los mandamientos de Dios.

Ro 15:4
En efecto, todo cuanto fue escrito en el pasado se escribió para nuestra formación, para que, con la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras, conservemos la esperanza.

Teól. Fernando Montes

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A TU PALABRA, MI SEÑOR

A tu palabra, mi Señor,
Humilde vengo aquí;
Y en esta fiesta, con amor,
Memoria haré de ti.

Indigno soy de tal lugar,
Pues siempre malo fui;
Mas tú viniste a rescatar
Y a liberarme a mí.

Antes perdido me encontré,
Mas ya salvado soy,
Y de tu amor me acordaré
Al darte gracias hoy.

Getsemaní, con Su sudor
Y copa como hiel,
La cruz con todo Su dolor
Y tu agonía cruel.

Tu muerte allí, Señor Jesús,
Y la escondida faz
Del santo Dios, cuando en la cruz
Me procuraste paz.

Sí, aquí, Señor, me acordaré
De todo tu favor;
Y con los tuyos cantaré
Mis cantos de loor.

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"According to thy precious word"
Letra: John B. Dykes
Traducción: J. Clifford
Voz: Ramón Ayala

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Evangelio 34 - Juan 1:31